J. Guayerbas / Toledo
Toledo jamás dejará de sorprender. Un nuevo hallazgo arqueológico despertaba esta semana a los vecinos de la calle Santo Tomé. La reforma de un local en el número 15 de una de las vías turísticas de mayor trasiego de la ciudad ha dado a la luz el arranque de un arco polilobulado como evidencia de una mezquita en el espacio que hoy ocupa la sacristía de la Iglesia de Santo Tomé.
Este templo, documentado en el siglo XII y construido sobre el solar de una mezquita del siglo XI, es con toda probabilidad una de las iglesias levantadas tras la conquista de Alfonso VI. Se reconstruye en el siglo XIV por orden de Gonzalo Ruiz de Toledo, conde de Orgaz, enterrado en su interior, y se reforma con posterioridad en los siglos XVI, XVII y XX, perdiendo las características mudéjares que hoy solo pueden apreciarse en la torre.
Tal y como ha consultado ElCulturalCLM a diferentes expertos y a la Consejería de Cultura, el hallazgo se encuentra en el muro medianero entre el local comercial destinado hasta ahora a un despacho de pan y frutos secos, y la iglesia. El informe redactado por el arqueólogo municipal se encuentra ya en la Dirección General de Patrimonio del Gobierno regional y en el Área de Urbanismo del Ayuntamiento.
Se desconoce más de lo que se sabe. Como ha podido saber este medio, se han realizado una serie de catas sobre una superficie de no más de un metro cuadrado, desde las que se vislumbra el arranque del arco polilobulado. A día de hoy los propietarios del local han tomado la decisión de no intervenir, y mantener lo que podría ser el hallazgo arqueológico del año tras el muro.
Las fuentes consultadas por este medio van más allá. Explican que el arco, de origen islámico, coincide con la traza de la sacristía de Santo Tome, por lo que han iniciado conversaciones con el párroco, Gerardo Ortega, primero, para fotografiar este espacio, cuadrangular, y segundo, para realizar posibles catas y contextualizar lo que, tal y como han avanzado, podría ser le evidencia de una de las mezquitas que tuvo la ciudad, incluso, similar por dimensiones a la del Cristo de la Luz.
Como añadían desde la Consejería, el hallazgo se ha documentado y se ha protegido, siguiendo el protocolo habitual que la Dirección General de Patrimonio aplica en estos casos.