Santa Úrsula pierde su colección de obras de arte tras su cierre en 2015

En el coro conventual ya no hay lienzos ni esculturas devocionales

Así se encuentra el coro de Santa Úrsula, sin sus obras de arte. / EC

J. Guayerbas / EC

Octubre del año 2015. Toledo asistía impasible al cierre de un segundo convento a escasos metros del Arzobispado y del Ayuntamiento. El Convento de Santa Úrsula daba cerrojazo a más de siete siglos de historia. Las últimas cuatro moradoras, Madres Agustinas, cerraban su casa. Mantener el inmueble era inviable y nadie pudo dar otra solución.

Cuando han pasado casi dos años de aquel cierre, elCulturalCLM ha tenido acceso a un documento que da buena nota de lo que allí pasó antes de que las últimas religiosas hiciesen sus maletas para buscar hospedaje en otros conventos de la orden.

Como una imagen vale más que mil palabras, aquí está la prueba del estado actual del convento. En el coro ya no cuelgan óleos sobre lienzo, en las hornacinas ya no existe la colección de imaginería devocional que el legado de los siglos dejó en Santa Úrsula, y por tanto, en la ciudad de Toledo. La situación es para preocuparse.

Una historia a punto de desaparecer con Alonso de Berruguete

Estas dependencias se remontan al año 1259 con la fundación de un beaterio acogido a la regla de San Agustín, aunque el templo conventual es posterior, de 1360. Su principal reclamo turístico ha sido durante décadas el retablo de ‘La Visitación’ de Alonso de Berruguete realizado en 1535.

Un retablo formado por tres cuerpos, en el superior se encuentra el Calvario; en la parte central una escena de la Visitación, junto a San Cristóbal y a San Antonio; y el inferior, la Virgen, acompañada por San Juan Bautista y San Sebastián.

El retablo de Berruguete era uno de los reclamos turísticos de la ciudad. / EC

Año 2015, un año fatídico para los conventos

Con el cierre de Santa Úrsula la ciudad perdía parte de su patrimonio cultural y espiritual. No ha sido el único cierre. En febrero de 2015 cerraba Santa Clara y sus religiosas se marchaban a Santa Isabel, mientras que en la provincia, en Escalona, las Concepcionistas se marchaban del municipio en agosto también del 2015 dejando atrás más de cinco siglos de historia.

La crisis vocacional y la falta de compromiso con la vida contemplativa son en la actualidad las causas de un problema sin respuesta ni reacción, o al menos eso parece, por parte ya no sólo de la autoridad eclesiástica, también de la administrativa.