EC / Toledo
El Consorcio de Toledo, que mañana miércoles celebra una de sus comisiones ejecutivas presidida por la alcaldesa, Milagros Tolón, ha organizado para este sábado una jornada de puertas abiertas en La Casa del Temple, a escasos metros del Alcázar y en el entorno de la plaza del Seco.
Esta casa, con elementos arquitectónicos de gran interés y valor patrimonial e histórico, del siglo XI, abrirá al público de 10,00 a 14,00 y de 16,00 a 18,00 horas, tras la nueva restauración llevada a cabo en diferentes estancias.
Los elementos más primitivos de todo el conjunto son los restos del salón de época califal localizados en el subsuelo o sótano, bajo el salón del ala oriental. Este salón tiene paredes estucadas y ornamentación bicroma, de reminiscencias mozárabes. Corresponde a un estado anterior de la edificación, en el que constituiría el salón del ala occidental de otro patio situado a su costado oriental.
La planta baja se distribuye en torno al patio. De los siglos XI-XII se conservan el salón, la alcoba y la algorfa del ala occidental, con su correspondiente alfarje. Se destaca la transformación del arco de acceso, que pasa de ser un arco geminado de herradura taifa a tener una yesería mudéjar, decorada con motivos vegetales.
En el salón del ala meridional la modificación más importante consiste en la supresión de la parte baja de la fachada, para realizar en yesería una puerta adintelada, flanqueada por sendos prótomos de león y enmarcada por doble arquería geminada, de herradura ligeramente apuntada, la cual presenta sendos medallones con emblemas castellanos. Todo el conjunto se enmarca por arrabá con leyenda cúfica inscrita, datable a finales del siglo XII o principios del siglo XIII, tal y como recoge el expediente para la declaración de este inmueble Bien de Interés Cultural en 1999.
La planta primera presenta importantes trabajos en madera, en el alero y en las grandes vigas que, posiblemente apoyadas en cuatro puntos, permiten un amplio espacio de porche, abierto, orientado al sur.
La planta segunda es un claro añadido sobre el primitivo edificio. Así lo evidencian los aleros y, por tanto, la cornisa, que están en el forjado de suelo de esta planta; además de que los materiales y las formas constructivas empleadas refrendan tal observación.