J. Guayerbas / Toledo
Es licenciado en derecho por la Universidad de Murcia, quizá de ahí le venga su afición por la gestión cultural que en la actualidad desarrolla en la Academia de las Artes Escénicas de España. A la gestión suma la dirección que es, en definitiva, su verdadera pasión. Es tal, que en el cartel de su último montaje prima el rojo, el rojo pasión. Mariano de Paco Serrano estrena este fin de semana en el Teatro de Rojas su visión de un clásico. ‘Eloísa está debajo de un almendro’ de Enrique Jardiel Poncela está esta temporada en muy buenas manos. El director comparte con elCulturalCLM una mañana de noviembre en el coqueto coliseo de la plaza Mayor para abordar su trayectoria, su presente y sus proyectos de futuro.
Un abogado director de escena. ¿Cómo fue el salto del Juzgado al escenario?
Más que un salto ha sido una compatibilidad, un paralelismo durante toda mi vida. Mi entorno familiar es el teatro, recuerdo mi infancia de festival en festival con mis padres y eso influye mucho, de hecho, ya en el instituto tomé contacto con el teatro universitario en mi ciudad natal, Murcia. Podemos decir que mi formación como director ha sido el teatro universitario, es la formación básica de los directores de escena hasta que surgen las escuelas de arte dramático. Creo que soy el último que queda de esa saga (risas). Mi afición al teatro se convirtió poco a poco en una expectativa de trabajo y siempre tuve claro que quería ser director, estando en quinto de Derecho me surgió la oportunidad de ir a Madrid a hacer un ayudante de dirección, me fui y ya no volví. Así fue. Se han juntado el trabajo y la suerte.
El trabajo, y el esfuerzo. ¿De dónde saca tiempo?
La verdad que no he parado de trabajar en ningún momento. A mí me sorprende cuando ahora a alguien le dices ‘oye, puedes hacer este par de proyectos’ y te dicen ‘no, no, no, es que ya estoy haciendo…’, pues ¡yo hacía todo! Llegué a hacer tres ayudantes de dirección al mismo tiempo con tres compañías diferentes, y eso tiene su fruto, aunque el tiempo te lo quitas de tu propia vida.
Y entre esas direcciones también se encuentran los textos de su hermana Diana de Paco, ella dramaturga y usted director. ¿Cómo es trabajar con ella?
Mi hermana y yo nos entendemos artísticamente muy bien. El teatro de mi hermana tiene mucho de autobiografía que yo he vivido, anécdotas, acciones, personajes y perfiles que he tenido muy cerca. La comprendo muy bien y encima me gusta mucho el teatro que hace, que podía ser que no, pero me encanta. Dirigí su ‘Obsession Street’ que fue Premio de Teatro Ciudad de Palencia, realizó una gira larga, cuando se hacían, y resultó muy bien.
‘Obsession Street’ se puede ubicar en la comedia, aunque goza de haber dirigido casi todos los géneros.
Cierto. Es ese componente de suerte que parece acompañarme desde los inicios. Cuando ves la lista, casi cien obras, de formatos tan diferentes, pues te alegras y te sorprende.
Es ‘culpable’ de la vuelta a los escenarios de Carmen Maura. ¿Qué recuerda de aquella Carlota de Miguel Mihura en el Centro Dramático Nacional?
Trabajar con Carmen fue maravilloso. Mi experiencia con Carmen, tanto en lo personal como en lo profesional, siempre desde el primer momento, ha sido brillante. Recuerdo la primera conversación, cuando la llamé para proponerla ‘Carlota’ de Miguel Mihura y cómo inmediatamente me dijo ‘¡sí!’, una cosa absolutamente sorpresiva pues yo la llamaba para convencerla y ella estaba ya más que convencida, y es que hay una anécdota con Carmen y este personal, ¡ya lo había hecho! Lo hizo en el teatro universitario, pues ella también viene de allí, su primer protagonista fue Carlota. Llevaba 30 años sin hacer teatro.
¿Volverá pronto a las tablas?
Ella dice que quiere volver al teatro y volver conmigo, y eso me hace mucha ilusión. Estamos buscando proyecto y creo que saldrá, que volveré a dirigir a Carmen Maura.