J. Guayerbas / Toledo
Va a por la tercera edición con una primera ya agotada de 30.000 ejemplares. ‘Lo último que verán tus ojos’ de Isabel San Sebastián en Plaza & Janés será una de las novelas más vendidas de cara a las fiestas navideñas, y sino al tiempo.
La periodista y escritora regresaba ayer a Toledo para presentar su nuevo trabajo literario arropada por quienes ella considera sus talismanes toledanos, ni más ni menos que el presidente regional Emiliano García-Page y la periodista y embajadora de la ciudad, Esther Esteban, con quien mantiene una gran amistad, de hecho, dice, «nos llamamos socias desde la admiración más absoluta».
Con un ejemplar subrayado y cargado de anotaciones al margen y en notas adhesivas, Isabel San Sebastián toma asiento. Antes ha mirado por una de las ventanas de la Biblioteca de Castilla-La Mancha en el Alcázar enamorándose de nuevo de la ciudad en la que se desarrolla parte de esta trama. Lleva unas flores secas entre las páginas de su ejemplar de ‘Lo último que verán tus ojos’, son de la buganvilla del jardín de su casa en Asturias.
Así comienza esta charla con elCulturalCLM, un viaje en el tiempo en el que los personajes con valores, explica, intentan hacerse un hueco e imponerse «a las personas mezquinas, mentirosas y cobardes, que son la mayoría y en la vida real y en la política, por lo general, son las que ganan».
Un thriller histórico y documentado. ¡Vaya trabajazo!
Sin duda. La documentación es la parte más bonita de una novela, es la parte en la que aprendo y con la que me sumerjo en un tiempo, en una época y en un espacio al que traslado a mis lectores gracias esa máquina del tiempo que es la literatura.
Escribe sobre las relaciones entre España y el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo surgió esta historia?
Todo surgió acercándome al papel de España en la Segunda Guerra Mundial a través de un grupo de diplomáticos, extraordinariamente vale¬rosos, cuya intervención personal salvó a millares de judíos de perecer en el Holocausto. Compatriotas cuya heroicidad superó con creces la de Oskar Schindler, aunque Hollywood no les haya dedicado una película. Esta novela se centra en uno de los más conocidos, Ángel Sanz Briz, el consejero de la embajada en Budapest. A través de ellos empecé a leer sobre la historia de la época, las vinculaciones de la comunidad judía con España remontándome a la expulsión decretada por los Reyes Católicos en 1492, también decidí leer sobre la relación de España con la Segunda Guerra Mundial, con los nazis, y descubrí que muchos de ellos habían hallado refugio en nuestro país después de la Segunda Guerra Mundial, cosa que desconocía y de lo que no se ha escrito ni se ha hablado, tampoco se han hecho documentales, nunca he visto un reportaje dedicado a esto. Poco a poco fui tendiendo la urdimbre histórica sobre la que luego está tejida la trama, la historia que recoge la búsqueda de un cuadro expoliado durante el Holocausto, una obra de El Greco, incluso mejor dicho, la búsqueda del propietario del cuadro, del ladrón que lo saca a subasta en el año 2015 en Nueva York.
Nueva York, Budapest, Toledo, Londres y Boston. Un gran viaje entre ciudades protagonistas.
Es una novela muy viajera. La pareja protagonista, Philip y Carolina, recorren esos escenarios, esas ciudades emblemáticas, como Toledo, la ciudad sagrada de las diez sinagogas, la ciudad Sefarad por excelencia, la más emblemática de la huella imborrable de la presencia judía en España, y además una de las ciudades más bellas del mundo y llena de historia. Como dice Philip ‘Toledo es mejor que Juego de Tronos, mejor que los escenarios de la serie’, a lo que Carolina, la otra protagonista experta en arte y en El Greco, añade que es ‘historia de verdad’. Y es que por aquí han pasado todas las culturas que han influido en la historia de la humanidad y en la historia de España.
Una novela en la que aparecen nombres y apellidos, personajes reales de la época.
Sí, además de Ángel Sanz Briz, por supuesto, están Sebastián Romero Radigales que es un general en Atenas, Eduardo Gaseti Díez destinado en el área de Alegación en Atenas, José Rojas Moreno, Manuel Gómez Barzanallana, Julio Palencia o Bernardo Rolland de Miota, cónsul en París. Su actuación también fue heroica, se enfrentaron a la negativa de Madrid de ayudar a los judíos, incluso a los sefardíes, con un coraje extraordinario. Los sefardíes legítimamente podían esgrimir esta condición, de descendientes de españoles y aspirar a la protección de España. Aquí están relatados sus nombres y en algunos casos sus acciones y sus gestos.
Hablaba de los protagonistas, de Carolina y Philip. ¿Hay muchas parejas así hoy en día?
Bueno (risas) hay muchas, lo que es difícil es encontrarlas pues son personajes muy diferentes. Carolina es una mujer poderosa, una mujer que acaba de pasar la barrera de los 50, que está muy bien físicamente y en el cenit de su carrera profesional, tiene prestigio reconocido internacionalmente y hace un trabajo que le apasiona, además cuenta con absoluta solvencia económica. Philip es un taxista de origen judío, vive en Brooklyn y no tiene pagado ni su taxi, está a la cuarta pregunta, más joven que Carolina y eso sí, con mucha fuerza y determinación, de los que nunca se rinden, se define a sí mismo como un hombre de recursos que no tira nunca la toalla.
¿Por qué se encuentran Philip y Carolina?
Se encuentran con motivo de este cuadro de El Greco, cuando él ve una foto de la vista de la Judería de Toledo desde el otro lado del Tajo en el periódico con la noticia de la subasta en Christie’s por 15 millones de dólares. Qué aparezca una obra de El Greco es un notición, es la subasta del año, de la década. Carolina se traslada a Christie’s Nueva York para certificar la autenticidad del cuadro. Cuando está en su hotel recibe la visita de Philip, que le dice que ha visto la fotografía del cuadro que sale a subasta y es el mismo que vio en una fotografía de casa de sus abuelos ubicada en Budapest, en una foto tomada en los años 40, y que en consecuencia ese cuadro es suyo y que por favor le ayude a recuperarlo. Y ahí comienza esta aventura trepidante que se desarrolla a lo largo de dos semanas y media, 400 páginas y un periplo por varias ciudades detrás de las huellas del cuadro, y en definitiva de las huellas que ha ido dejando la historia trágica de la familia de Philip y del verdugo de esa familia, además de la historia de un crimen, de una venganza terrible perpetrada como consecuencia de la deportación del abuelo de Philip.
Hay que leer ‘Lo último que verán tus ojos’, ¿por qué?
Las novelas que escribo están destinadas a entretener, a acompañar, a evadirte y proporcionarte una máquina del tiempo a la que subirte para evadirte de tu realidad durante unas horas y trasladarte a otro mundo, a otra aventura, incluso vivir con los personajes sus descubrimientos y sus pasiones. Además, en el caso de la novela histórica, toda esa evasión deja detrás un poso de conocimiento, tienes oportunidad de conocer lo que hicieron estos diplomáticos, lo que encierra la ciudad de Toledo, conocer a El Greco, quién era y cómo vivió este fiero defensor de su libertad creadora, es algo que a mí me sedujo del pintor, del artista, que no vendiera ni sometiera su libertad creadora por nada, es maravilloso. El lector también tendrá ocasión de saber cómo la España de Francisco Franco ayudó a muchos millones de nazis después de la Segunda Guerra Mundial a escapar de la justicia de los aliados y a encontrar refugio. Te queda un poso de conocimiento que siempre es agradable.
Es la sexta novela y seguro que habrá séptima, ¿verdad?
Espero, espero… ¡fíjate! Cuando esta tarde venía hacia Toledo recordaba que la primera novela, ‘La Visigoda’ (2007), fue publicar y besar el santo con el Premio Ciudad de Cartagena de novela histórica, vendió más de 100.000 ejemplares, esa novela la presenté en Toledo y me la presentó Emiliano García-Page siendo alcalde de Toledo, y hoy está aquí Emiliano García-Page, junto a Jesús Carrobles y Esther Esteban. Venía pensando en la suerte, Toledo tiene mucha magia.