Las Jornadas del Bordado de Navalcán destacan el turismo rural como empleo

Es la primera edición de unas jornadas culturales y etnográficas de éxito

La consejera de Fomento, Tita García, ha acudido hoy a Navalcán. / EC

EC / Toledo

La consejera de Fomento, Agustina García, ha manifestado que el turismo rural «es un recurso que hoy por hoy está creando riqueza en nuestra región y propicia la creación de empleo, que cómo bien sabéis son los objetivos del Gobierno de Castilla-La Mancha».

García ha realizado estas declaraciones durante su visita a las Primeras Jornadas del Traje y Bordado Navalqueño donde ha aprovechado para aseverar que el Gobierno regional «va a apoyar siempre este tipo de iniciativas para impulsar la tradición, la historia y valorar el potencial de nuestra tierra».

La responsable regional de Fomento ha continuado diciendo que el turismo rural «está siendo un motor y un aliciente para la economía regional», para argumentar que durante 2016 Castilla-La Mancha ha sido la Comunidad que más ha crecido en turismo rural, un 22 por ciento, el doble de la media nacional.

Importancia etnográfica del traje y el bordado navalqueño

El alcalde local, Jaime David Corregidor, ha agradecido la presencia de la consejera en las Primeras Jornadas del Traje y el Bordado Navalqueño y ha manifestado que desde el Ayuntamiento «siempre apostaremos por defender lo nuestro, nuestras costumbres y nuestro patrimonio».

Con estas jornadas, el Consistorio pretende «promover y poner en valor una de sus señas de identidad como es el bordado», ha resumido Corregidor, recordando el valor etnográfico, especialmente para los más jóvenes, que tiene la recuperación de sus trajes, así como la representación de una boda navalqueña antigua con la descripción detallada de los trajes del novio, la novia y los acompañantes, y la guinda final con el Baile de la Manzana.

Guiño a la fotógrafa Inge Morath, cicerone de esta técnica de bordado

La consejera de Fomento ha querido recordar a la fotógrafa Inge Morath, austriaca de nacionalidad estadounidense, quien «dejó constancia en sus fotografías de la belleza y complejidad de los trajes y bordados tradicionales de Navalcán».

Morath estuvo en la localidad toledana en los años 50, la primera vez, y volvió en los 90 de nuevo; con su cámara fotográfica y de su puño y letra «narró de manera envidiable las sensaciones que fue captando cuando asistía a una boda tradicional en Navalcán».